Una pena que a veces, demasiadas veces, las fotos no hagan justicia al plato tan increíble que queda.
El sabor es fácil de intuir leyendo los ingredientes, os aseguro que es de esas preparaciones para hacer una y otra vez, riquísimas quedan y de las que me gustan en el sentido que las dejas a falta de gratinar y puedes congelar, en cualquier momento sacas y comida preparada...
* Preparación:
- Rallamos el queso 20 segundos en velocidad 7, reservamos.
- Echamos el agua en el vaso sin lavarlo y añadimos las cáscaras y cabezas de gambas.
Ponemos los mejillones en el recipiente Varoma y el pescado en la bandeja del Varoma, lo situamos en su lugar y cocinamos 15 minutos, temperatura Varoma, velocidad 4
- Retiramos el Varoma, reservamos el pescado y quitamos las valvas a los mejillones, colamos el fumet del vaso y reservamos, las cabezas y cáscaras, las tiramos.
- Lavamos muy bien el vaso y la tapa.
- Ponemos la cebolla, el perejil y el ajo, troceamos 4 segundos en velocidad 5.
- Añadimos la mantequilla y el aceite, sofreímos el conjunto 5 minutos, temperatura Varoma, velocidad 3
- Agregamos la harina, sofreímos 3 minutos a 100º y velocidad 2
- Añadimos la leche ahora, el fumet, la sal, la pimienta y la nuez moscada, mezclamos 10 segundos en velocidad 7
- Ahora cocinamos durante 5 minutos a 100º en velocidad 4, cuando quede un minuto, añadimos las gambas por el bocal.
- Agregamos los mejillones cortados con tijera y el pescado desmenuzado, mezclamos con la espátula.
- Vertemos la mezcla sobre conchas o recipientes aptos para hornear, espolvoreamos con el queso y gratinamos unos minutos hasta que esté dorado.
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