Mi niño se gradúa en primaria.
Algunos pensarán que eso no es nada, se equivocan.
He pasado ya este camino y se lo mucho que significa.
Se acaba su época de niño para pasar a ser cada día un poco mayor y eso, lo admito, me da miedo y pena.
Pero hoy es un día feliz, inmensamente feliz para él y para todos los que lo queremos.
Está obsesionado con las chuches, espera el viernes para poder comer todas las que su estómago admita, lo que le gustan.
Esta tarta llega en lunes, no lo espera para nada, seguro que cree que le preparo algo de chocolate pero no, hoy tocan chuches, esas gomitas que tan de "niño" son y que servirán para pasar de una forma dulce el cambio.
No hay receta, solo fotos, algunas, para que se vea bien el campo desde varias perspectivas.
O más que el campo, el tute de gominolas que se darán Manu y sus amigos.
Valeeeee algunos adultos también comeremos...
Una base de corcho, un buen puñado de gominolas y bastantes palillos.
Además de ganas, muchas ganas de terminar con el dedo condolido de los palillos.
Pero sobre todo ir poniendo pequeñas figuras dulces aquí y allá.
Lista para que la vea, la desenvuelva y empezar a despegar una a una mientras las devoran.
Deseando que el resto de tu vida estundiantil sea tan feliz como lo es hoy.
Deseando que tus sueños se cumplan.
Deseando seguir compartiendo contigo todo el camino.
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Etiquetas: Recetas con chuches y pañales, Recetas de tartas