Hoy es el día mundial del pan.
Desde que tengo este blog participo este día preparando algún pan.
Y lo cierto es que me encanta.
Te "obligas" a preparar algo distinto, ves las propuestas de otros compañeros y es de lo más interesante.
Este pan para mi ha sido toda una odisea.
Que bonito queda, que alveolos más preciosos.
Pero que masa, que complicada de manejar, tan líquida, eso sí, ese tipo de masa queda con un sabor delicioso.
La harina de castaña, además de proporcionar un color distinto a la masa para conseguir el efecto marmolado, hace que el sabor del conjunto sea totalmente distinto a cualquier pan que, al menos yo, he probado.
Con un gustillo ácido al final.
Absolutamente deliciosas.
Además de ir envasadas en unos tupper de plástico que las deja totalmente aisladas.
La imagen de la harina de castañas.
* Necesitamos:
Para la masa "blanca":
- 175 gr de harina de fuerza
- 165 gr de agua
- 5 gr de levadura fresca
- 4 gr de sal
Para la masa de color:
- 110 gr de harina de castaña
- 100 gr de agua
- 5 gr de levadura fresca
- 4 gr de sal
* Preparación:
- Amasar cada una de las masas unos 10 minutos a mano.
Dejarlas reposar 2 horas y media.
- En un molde de cake previamente engrasado, yo con spray desmoldante, ponemos la mitad de la masa blanca, sobre ella vertemos la masa de color de forma que no quede uniforme, que nos quede por unos lugares más alta que por otros.
Sobre ésta vertemos el resto de masa blanca.
- Dejamos reposar hasta que doble su tamaño.
- Precalentamos el horno a 200º y al introducir el molde con el pan, lo bajamos a 180º y horneamos durante 45 minutos.
- Al terminar, sacamos y ponemos sobre una rejilla para que no tome humedad y se enfríe por completo.
Etiquetas: Recetas de pan, Recetas hechas a mano