No os pasa en casa que tal plato es mejor si lo cocina un miembro de la familia? Pues en casa las croquetas son las que hace la tita Luisa, si las hacemos las demás "están pasables", como les de!
Recuerdo una entrada fabulosa de Sara en la que nos enseñaba las cualidades de su cuñado y claro de pronto viene mi hermana con la masa de sus valiosas croquetas para que las "liaramos" con mi croquetera (hola Goizalde!)
Bueno la receta que es muy fácil:
- 1 pechuga de pollo
- 3 cebollas medianas
- 2 dientes de ajos
- 5 cucharadas de harina
- 1 y 1/2 pastilla de caldo de pollo
- un chorreon generoso de aceite de oliva virgen
- leche la que admita (me encanta usar esta frase tan horrible cuando te la dicen y dices, "la que admita? y eso cuánto es?" "lo vas viendo")
En una sarten antiadherente echar el aceite de forma generosa, la pechuga absorverá buena parte de ese aceite y así no se secará.
Picar la cebolla y los ajos finamente y sofreir hasta que estén trasparentes, después añadir la pechuga cocida y picada y seguir sofriendo junto a la cebolla.
Cuando esté incorporada la cebolla con la pechuga ir añadiendo cucharada a cucharada la harina y seguimos "mareando" la masa.
Al quedar completamente incorporada y sofrita la harina junto a la carne y la cebolla desmenuzamos las pastillas de caldo de pollo y ya vamos añadiendo la leche mejor a temperatura ambiente.
Y aquí es donde ella dice esa frase fantástica "la que admita, es muy fácil, lo ves!"
Le daba yo pero ... es lo que hay!
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